En un momento de profunda transformación del sector de la automoción, en el que el producto pasa a ser servicio, los modelos de negocio basados en la integración de servicios se han convertido en el motor de la evolución. Pero, ¿cuentan las empresas automotrices con las infraestructuras necesarias para adaptarse al cambio?
En un momento de profunda transformación del sector de la automoción, en el que el producto pasa a ser servicio, los modelos de negocio basados en la integración de servicios se han convertido en el motor de la evolución. Pero, ¿cuentan las empresas automotrices con las infraestructuras necesarias para adaptarse al cambio?